Venimos
de hacer un viaje por el centro de Australia.
Ahí donde parece que no hay nada pero donde por primera vez nos hemos
sentido conectados con la esencia de este gran continente. Donde los primeros
habitantes de esta tierra, los aborígenes, con sus creencias y las leyendas que
comparten con nosotros, los visitantes, nos han recordado la fuerza de la
naturaleza, el paso del tiempo y lo importante que es pararse a observar.
Volamos
a Alice Springs, una ciudad pequeña en pleno centro del país. Cogimos la camper
van que habíamos alquilado y comenzamos la aventura por la única carretera que
recorre Australia de norte a sur, una recta kilométrica! Nos esperaban varias
horas de conducción, con la música de fondo y paisaje por delante esas horas se
convirtieron en un disfrute de la naturaleza. Apagar el móvil fue lo mejor que
pude hacer. Dejar de pensar tanto, hacer tantos planes, llegar a tantas metas, más
bien, dejar que el sol nos guiara.
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We recently arrived from a trip to the
centre of Australia. Where it seems there is nothing, however it’s where for
the first time we have felt connected to the hearth of this great continent. The
first inhabitants of this land, Aboriginal people, have shared with us, the
visitors, their beliefs and their stories, reminding us how powerful the nature
and the time is and how important it is to stop and observe.
We flew to Alice
Springs, a small city in the middle of Australia. We picked up the motor van we
rented and started our adventure heading to the only road that crosses the
country from north to south. We had many driving ours ahead, although good
music and the scenery surrounding us made it a pleasant journey. Switching off
my phone was the best decision I took. I stopped thinking on all the things I would
like to do and all the goals I would like to achieve in life, I just let the
sun guide us.
Después
de dormir en medio de la nada, continuamos el viaje hasta llegar a Uluru. El
alrededor es tan llano que lo ves asomar desde lo lejos. No sabéis cuantas
veces hemos dicho que no nos podemos ir de Australia sin ir al centro. Y por
fin estábamos allí. Habíamos visto tantas fotos que no fue un WOOOW, pero algo
tiene que no dejas de mirarle. Y más si sabes que los aborígenes admiran cada
grieta y forma de la roca porque todas tienen una leyenda de cómo se han
formado. Caminamos unas tres horas por todo el perímetro, mientras yo iba
inmortalizando momentos, Gorka iba leyendo las historias. Acabamos el día viendo
el atardecer, ese momento espectacular que la roca va cambiando a un color más
rojizo por el reflejo del sol.
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We slept in the middle
of nowhere and next morning we continued the journey to Uluru. It’s such a flat
land that we could see the mountain far in the distance. You have no idea how
many times Gorka and I have said we cannot leave Australia without visiting the
Red Centre! And we were finally there, unbelievable!! We saw so many pictures
before that it wasn’t a WOOOW, although it does have something special that you
cannot stop looking at it. Even more when you learn how the aboriginal people
admire every single crack or shape since they all have a story explaining how
they were formed. We walked for about three hours around the perimeter, while I
was immortalizing the moments Gorka was reading the stories. We finished the
day watching the sunset, that magical hour when the rock changes to a more reddish
colour because of the reflection of the sun.
No
éramos los únicos, no estás solo, al fin y al cabo es un destino turístico y nosotros los primeros intrusos,
pero tampoco era La Gran Vía de Bilbao, para mi sorpresa había muchas familias
australianas. Lo bueno es que hace ya unos años vuelve a ser tierra de
aborígenes y está muy bien respetado, lo cual me agrado muchísimo. Para ellos
la tierra es su vida, viven de ella y para ella. Y creen que fue creada por sus antepasados, seres sobrenaturales medio
animales medio humanos que según iban viajando por el país crearon las montañas,
las dunas, las cascadas etc. Allá donde
hubo un acontecimiento importante dejaron energía en la tierra, los aborígenes
creen que esa energía puede influenciarles, es por eso que hay tantos sitios
sagrados como este, para ellos sus antepasados siguen viviendo en la roca.
Las
siguientes fotos son de Kata Tjuta, otras formaciones rocosas en el mismo
parque nacional. Parece ser que hace miles de años todo esto era uno, con el
tiempo se ha ido erosionando y solo los fuertes sobrevivieron!
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Of course we were not
the only ones there, at the end of the day is a touristic place, but it wasn’t
as crowed as I expected. To my surprise there were more Australian families
than overseas visitors, which was a nice feeling. Another good thing I found
out is that not long ago the land was given back to aboriginal people;
therefore it is really good maintained and respected. The land is their life;
they live from it and for it. They believe their ancestors, supernatural beings
who had some characteristics of animals and people, created the mountains,
valleys, rivers, waterholes etc. as they had various experiences during their
journey. They left energy in the land wherever an important event took place,
this makes a sacred place nowadays, that is why Uluru is sacred for them and
when they see the rock they can see their ancestors in there.
The following pictures
are from Kata Tjuta (The Olgas), some other rocks in the same national park.
Apparently they were all connected at some stage, just these too survived the
erosion.
Otra de
las cosas que me gustó es que muchos íbamos en busca del sol. Varios días nos
despertamos a las 6 de la mañana para ver el amanecer. Salíamos del camping
bajo miles de estrellas, con las manos congeladas y echando vaho esperábamos a
que saliera el sol y observábamos como las plantas, los árboles y las montañas
se iban iluminando. La gente parece que tenía prisa por irse una vez que el sol
había salido o se había escondido. Gorka y yo nos quedamos más tiempo hasta que
prácticamente nos quedamos solos y así pudimos tomar el desayuno contemplando
Uluru, de esta manera nos despedimos de él, quien sabe si lo volveremos a ver.
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There was one more
thing I enjoyed; it was many of us following the sun. We woke up at 6 o’clock
several mornings to go and see the sunrise. We would leave the campground when
the sky was full of millions of stars and we would wait to see the sun come out
hardly feeling our fingers and toes as they were almost frozen! So then the sun
would appear and would start lighting the plants, the trees and the mountains.
Apparently people was in hurry to leave the place as soon as the sun was out what
made us enjoy our breakfast admiring Uluru on our own. This is how we said
goodbye to this magical place, who knows whether we will come back again.
En el
siguiente post os cuento el resto del viaje…
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I will tell you more
about the trip on the next post.
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