Explicar
todo lo que vi y lo que sentí en nuestro viaje tan deseado a
Japón no va a ser fácil, aviso.
Aterrizamos en el aeropuerto de
Narita, preguntamos cómo llegar al hostal, la chica
muy amable nos dibujó un mapa con palabras en japonés y traducciones en inglés, compramos la tarjeta en una máquina con forma de robot rosa, seguimos las
indicaciones intentando descifrar los signos, entramos en el tren con destino a
Tokyo rodeados de japoneses, todos silenciosos, las señales de advertencia las protagonizaban
animalitos, no las típicas siluetas negras, estábamos entrando en otro mundo!
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Explaining all the emotions and all the experiences I lived in our
so desired trip to Japan is going to be tough, just warning. We landed at
Narita Airport, we asked how to get to the guest house, the girl very polite drew us a map with words In Japanese translated into English, we bought our
ticket in a pink robot shape machine, we followed directions trying to identify
different signs, we got into the train towards Tokyo surrounded by Japanese
people, all very quiet, the warning signs in the train were carried out by cute
animals, not the typical black silhouettes, summing up we were entering into a
new world.
Nada más llegar al hostal, dejamos las mochilas y
fuimos a comer un ramen (sopa) al primer sitio que
encontramos abierto en el barrio Jimbocho. Nosotros felices nos sentamos esperando que alguien viniera a servirnos, ya que no veíamos el menú por ninguna parte. Ahí no se acercaba nadie, y la camarera no hacía más que mirarnos. Entró un lugareño y vimos como sacaba un numerito de una máquina, se lo daba a la camarera y se sentaba en la barra hasta que le llegaba su sopa bien calentita. Después de visto todo el mundo es listo, no? Pues eso es lo que hicimos. El plato fue sorpresa, no había quién viera que había en esas fotos minúsculas en los botones de la máquina y las traducciones en inglés era mucho pedir.
encontramos abierto en el barrio Jimbocho. Nosotros felices nos sentamos esperando que alguien viniera a servirnos, ya que no veíamos el menú por ninguna parte. Ahí no se acercaba nadie, y la camarera no hacía más que mirarnos. Entró un lugareño y vimos como sacaba un numerito de una máquina, se lo daba a la camarera y se sentaba en la barra hasta que le llegaba su sopa bien calentita. Después de visto todo el mundo es listo, no? Pues eso es lo que hicimos. El plato fue sorpresa, no había quién viera que había en esas fotos minúsculas en los botones de la máquina y las traducciones en inglés era mucho pedir.
Ya con la
tripa llena y el cuerpo entrado en calor caminamos a Kitanomaru Park dispuestos
a encontrar los cerezos en pleno florecimiento, algo que tuvimos muy en cuenta
cuando escogimos los días del viaje a Japón. Sakura significa flor de cerezo en
japonés, y así se conoce esta época del año. Son unos días muy importantes en su cultura, cada año es motivó de celebrar el nuevo comienzo y lo hacen compartiendo comida en un
picnic bajo uno de los árboles, este acto se conoce como
hanami. A pesar de saber que era importante, no esperaba encontrar no sólo el parque, la ciudad! cubierta de flores
blancas rosadas. Desde ahí se veían las avenidas, llenas de árboles
florecidos, las japonesas vestían sus
kimonos más elegantes y muchos grupos de
amigos ciertamente hacían picnics. Nosotros no
hacíamos más que contemplar. En otro de los parques, en Yoyogi Park, nos
dio la hora de la cena, una chica vio que no teníamos donde sentarnos y nos dio una de las mantas que utilizan para
sentarse en el suelo, así pudimos hacer nuestro pequeño primer hanami juntó a ellos.
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Upon arrival to the guesthouse, we left the backpack and went to
eat ramen (Soup) straight away to the first place we found open in “Jimbocho”
district. We sat down and waited to be served very excited, as we did not see
any menus around. No one was coming up, and the waitress was looking at us. A
local guy jumped in the restaurant and we saw how he took a ticket from a
machine, brought this to the waiter sat down and waited in there until his warm
soup came out. We learned after watching it, right! So that is what we did. The
pics on the machine were not big enough and asking for English translations
wasn’t a good idea, therefore the dish was a surprise, a good one.
On a full stomach and warm body, we walked to “Kitanomaru Park”
ready to discover the cherry blossom. A really important note we had on mind
when we decided what days we would be traveling to Japan. “Sakura” means Cherri
flower in Japanese, so this is how this time of the year is known. Those are a very important days in their
culture, each year they celebrate the new beginning and they do celebrate it
sharing picnics under the trees, this is known as “Hanami”. Even if we knew how
important “Sakura” was, we didn’t expect seeing it not only at the park, but
everywhere in the city, many streets were covered by white pinkie flowers.
Japanese people were dressed with theirs beautiful kimonos and groups of friend
gathered in a picnic. We did nothing but stare at those people. By the time we
got to “Yoyogi Park”, it was dinner time. A friendly girl realised we didn’t
have where to sit down and gave us a spare blanket she had; this is how we had
our very first Hanami next to them.
Pasamos
varios días perdiéndonos por las calles de Tokyo visitando los
distintos barrios: Harajuku, la zona de tiendas de moda para jóvenes donde alguna vestida de muñeca se deja ver; Akihabara, donde un
fan de la tecnología y el Manga se vuelve loco; Asakusa,
el gran templo budista de Tokyo y lugar perfecto para comprar souvenirs; Ueno
Park, más celebración de Sakura; Tsukiji Fish Market, madrugamos muchísimo para ir a la subasta de atunes, no
tuvimos suerte y no pudimos entrar, no se sí es tan recomendable, el aforo es muy limitado y muchísima gente madruga, después no hay nada abierto y sí os toca una madrugada tan fría como la nuestra, mejor ir a visitar el
mercado pronto pero los atunes que vuelen delante de otros. Eso sí, comimos sushi a las 6 de la mañana, bien fresquito y del lugar donde se
importa el atún al resto del mundo. Hama-rikyu-teien
Park, no os perdáis el salón de té que hay en medio del parque el cual estáen un oasis entre rascacielos; Ginza, zona comercial y tiendas
de alta costura por así decirlo; Imperial Palace;
Shibuya Crossing, ese paso de cebra tan famoso que sale en las pelis; Edo
Museum, muy interesante para informarte de la historia de Japón. La lista sigue y sigue.
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We spent a few days getting lost through the streets of Tokyo
paying a visit to all those different suburbs: “Harajuku”, a fashion area for
teenagers where we saw a few girls dressed as a doll; “Akihabara”, where a
technology fan and Manga goes wild; “Asakusa”, Tokyo’s biggest Buddhist temple
and perfect spot to buy souvenirs; “Ueno Park”, more Sakura celebrations;
“Tsukiji Fish Market”, we woke up very early to see the tuna auction, but
couldn’t get in, not luck for us. The capacity is limited, lots of people get
up early, and if you don’t get yourself in, there is nothing open that early in
the morning. If it’s as cold as it was that morning, it’s not fun at all. You
better go and visit the market at a reasonable time instead, let the tunas fly
in front of others. However, we ate fresh sushi at 6 am in the morning, from
the market that export all over the world, that was a nice experience.
“Hama-riku-teien Park”, don’t miss out the tea salon in the middle of the park
surrounded by skyscrapers; “Ginza”, big fashion brands; “Imperial palace”
;”Shibuya Crossing”, the most famous pedestrian crossing that appears in all
movies; “Edo Museum”, very interesting to learn about Japan’s history. The list
keeps on going…
Algo de lo
que me alegré mucho es haber comprado la guía "Hello Sandwich Tokyo Guide" de la crafter australiana Ebony
Bizys que vive me Tokyo. Recomienda los barrios que ella frecuenta, las tiendas
donde compra el material, las cafeterías y restaurantes donde va la gente local y las que tienen encanto. No
era tan fácil encontrar los lugares porque
estaban en callejones, eso en cambio, para nosotros lo hacía más interesante y además por el camino íbamos descubriendo más tesoros. Son en definitiva esos rincones y
ese tipo de gente por lo que me atrae tanto Japón. Los barrios que más me gustaron fueron, Shimokitazawa,
donde vive ella y Nakameguro, un barrio a lo largo del canal con muchas
tiendas y bares de diseño y totalmente el estilo japonés que yo buscaba y que me despierta
tranquilidad y felicidad. Es simple, puro, pausado y a la vez muy detallista.
Otra
observación que me gustaría destacar es lo tranquilo que me pareció. Quizá tenía esa imagen del metro donde hay unos señores que empujan a los pasajeros para que
entren al vagón, pensaba que sería una ciudad mucho más agobiante y difícil de moverse. Yo para nada lo sentí así, cogimos el tren cada día y en ningún momento sentí agobio, todo está extremadamente organizado, y los japoneses
son muy amables, incluso un chico se salió de su ruta y nos acompañó donde
queríamos llegar. Vamos que volvería hoy mismo!
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Something I was very happy about was buying ‘Hello sandwich TokyoGuide’ from the Australian crafter Ebony Bizys who now lives in Tokyo. You can
find recommendations on different suburbs where she hangs around; some of the
shops she buys materials and the cafes, shops and restaurants where locals
would normally go. Finding the places wasn’t easy because they were in little
remote alleys, nonetheless it made the hunting more interesting to us, we
discovered cool places on the way. Those are the places that really draw our
attention from Japan.
The suburbs we most like were: “Shimokitazawa”, where she lives,
and “Nakameguro”, a neighbourhood along the canal with heaps cool shops and
bars. Here you could find those kind of places that brings tranquillity and
happiness. They are simple, pure and slow, at the same time very detailed.
Another remark I would like to make is to emphasize the serenity I
felt. Perhaps I had that image of the subway where there are people designated
to push the people into the packed trains, I thought it was going to be
overwhelming and difficult to move around. I didn’t feel that, we catch the train
every day and did not feel the stress, everything is extremely organized, and
the Japanese are very kind, we even had a guy walking with us helping to locate
a place we were looking for. I would go back right now!
1 comentario:
Gracias reina, estoy pasando una tarde estupenda con tu crónicas japonesas.
Muack
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