Sigo cogiendo aviones entre estados.
Viajar a Sydney me resulta agradable, no lo conozco mucho, por eso siempre
tengo algo que descubrir. Mi compañera de trabajo siempre se encarga de que
tengamos una estancia agradable. Y ella que ha ido muchas más veces, suele
sugerir caprichos para el cuerpo como le llamamos nosotras. Esta vez hemos
podido ir a la playa, a cenar fuera, a comer un helado gigante, a pasear por
los barrios... Valoramos muchas veces lo bien que nos lo montamos y yo creo que
por eso nos pasan cosas buenas. La última: íbamos paseando hacia la playa de
Bondi, unas chicas jóvenes estaban vendiendo ropa de segunda mano en la calle,
mi compañera charlatana como es, se puso a hablar con ellas, yo ni me di
cuenta, estaba sacando fotos, cómo no! Cada una a lo suyo, hasta que oigo
gritar a las chicas que fuera por favor a ver la ropa, que la estaban
regalando, que no querían llevárselo a casa. Tanta ropa tienen que la regalan?
Pensaba yo... Y ahí nos fuimos a la playa con unos jerséis de más, unas gafas
de sol, zapatos etc. Estos australianos...
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I keep flying interstate. Traveling to Sydney turns to be pleasant, I’m
not very familiar with it, that’s why I always have something to discover. My
workmate always takes care of me so that we enjoy our stay. She has been there
many times and suggests “treats for the soul” as we called them. This time we even
had time to go to the beach, had dinner outside, ate a giant ice cream and walked
through different suburbs. We often value the way we try to live happy times and
I guess that’s why good things happens to us. For instance, this was the
latest: walking to Bondi beach, teenage girls were selling second hand clothes in
the street, my chatty colleague started a conversation with them, I didn’t even
noticed, I was taking pictures, as usual! Until I heard the girls shouting out loud to
go and have a look at their stuff, they were giving it away, they didn’t want
to take it home, do they have that many clothes that they give it away? There
we went to the beach with a few extra knits, sunglasses, shoes… these Aussies…
Cuando vamos a Adelaide cambiamos los
papeles, yo me encargo de los caprichos. Esta vez se me hizo un poco raro
volver, de pronto eché de menos mi vida de pueblo ahí, supongo que es normal,
tengo muy buenos recuerdos. Además tuvimos la suerte de que coincidió con el
Fringe, ya os conté el año pasado como se transforma la ciudad. Al menos puedo
ir quedando con los amigos que dejé allí y disfrutar de los buenos momentos
mientras dure.
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When we travel to
Adelaide we change roles, I’m in charge of the treats. This time I found it
harder coming back to that small city, suddenly I missed my life there, I
suppose it’s normal as I have lots of great memories. We were lucky the Fringe was
on, I told you last year how the entire city transforms. At least I can catch
up with friends there and enjoy the good times while they last.
2 comentarios:
La foto de UMBRELLA la has sacado aposta, UR estará encantado.
Un besito para él, que hace mucho que no le he visto
Si la foto la saque a posta :) Ur no se entera pero da igual.
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